Viajar para nosotros siempre es un doble reto. Son muchas las veces que desistimos antes de ni tan siquiera reservar un vuelo. Si nos ponemos a pensar en alguna mala experiencia que ha tenido un amigo usuario de silla de ruedas, rápido nos posicionamos en esa mala experiencia como si la hubiéramos vivido nosotros.
Que si el equipo asistido de viaje, los cojines para el asiento del avión. Verificar que la silla de viaje esté en óptimas condiciones. Ir con más tiempo de anticipación por lo que requiere los controles de seguridad en el aeropuerto, no solo la verificación de la silla en TSA sino la verificación de una persona que no tiene una completa movilidad. Cada cosita puede volverse demasiado porque no solo pensamos en la fila de los aviones y que ropa nos pondremos ese día del viaje para la situación del catéter, sino que hay que pensar el transporte en tierra, los ascensores, los baños no accesibles de los hoteles, los cambios de temperatura y un sin fin de obstáculos más que ya en nuestra casa tenemos controlado. Es empezar de nuevo a tener todo controlado, pero ahora en otro país.