Soy cuidadora familiar y no soy remunerada
No recibo un sueldo por mi servicio de cuidadora familiar, y en esta economía que se vive hoy en día lo hace más difícil. Llevo en el cuidado 15 años, cuido de mi esposo que tiene una lesión espinal. Nuestras finanzas se han y se siguen viendo afectadas por ello, por lo que económicamente exige vivir con una lesión espinal y el cuidado no remunerado.
Cuando sucedió el accidente de mi esposo, jamás imaginamos lo duro que sería; la pérdida, el ajuste emocional, mucha confusión, pero nunca nos esperamos ese golpe tan duro de perder nuestros ahorros, vivienda, y todo lo que habíamos comprado en el transcurso de formar nuestro hogar; lo perdimos todo.
En ese año, yo me encontraba estudiando inglés, el sueldo de mi esposo cubría todos los gastos diarios y necesarios para que yo no trabajara fuera de casa, solo me dedicaba a estudiar y mejorar el lenguaje, ser bilingüe te abre más oportunidades de trabajo en este país. Dependíamos totalmente del sueldo de mi esposo, por suerte él tenía seguro médico y estaba cubierto, tuvimos suerte porque no había manera que nosotros hubiéramos podido pagar las facturas exorbitantes del hospital.
Sin saber, ese mismo día del accidente, empecé a trabajar como cuidadora familiar. Es un trabajo que se hace con amor, delicadeza y respeto a tu ser querido ya que necesitan de ti, pero es un trabajo que no cualquiera puede hacer, requiere mucho esfuerzo, tanto física, mental y emocionalmente, en mi caso no tengo un sueldo semanal o quincenal, no tengo vacaciones, ni ahorro para el retiro, etc. Todo esto me ha generado ansiedad y preocupación por mi futuro.
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Desafortunadamente yo no califico para programas en los cuales una esposa cuidadora es remunerada, no está en mis manos y es frustrante, pero tengo una firme esperanza que, en un futuro no muy lejano con los movimientos sociales y abogacía de grupos a favor de las mejoras para el cuidado y el cuidador, haya un cambio el cual me favorezca a mí, y a los miles de cuidadores familiares que nos encontramos en las sombras haciendo esta labor sin pago. En mi opinión creo que es justo y necesario, toda labor debe ser remunerada sin tantas trabas. Creo que nos merecemos poder calificar para un sueldo digno.
Al final, aunque mi labor no es pagada, estoy haciendo un servicio por amor y respeto a mi esposo, y eso nada lo cambia, sin sueldo o con sueldo, el cuidado viene desde mi corazón y con toda confianza puedo decir que sería recíproco, él también lo hubiera hecho por mí. Mientras tanto, trato a mis posibilidades de día a día darle el mejor cuidado y una mejor calidad de vida, lo que los años y la experiencia me han enseñado, y en mi opinión, no hay mejor cuidado para el que lo requiere que venga de un familiar o persona que le quiera y respete.
Con certeza sé que seguiré aprendiendo y que, con mucha suerte, en un futuro, por fin haya un cheque a mi nombre.