Rodando en Lisboa
Viene el verano y algunos queremos tomar vacaciones a lugares lejanos. Estos deseos rápido quedan eliminados cuando empezamos a hacer una lista de todo el “research” de las actividades que tenemos acceso y de las actividades que solo podremos ver de lejos o en fotos.
Lo primero es que Lisboa es pequeño, con 5 a 6 días podrás ver todas las atracciones turísticas, con calma y sin ajetreos. Se divide por barrios y no importa en el barrio que te quedes en 10 o 15 minutos podrás visitar otro barrio. Lisboa en una ciudad con muchas cuestas así que rápido pensamos que la silla de ruedas manual se va a virar por la inestabilidad o en caso de que sea eléctrica, la batería se va a descargar más rápido o no podrás brincar aceras pues es más complicado brincar aceras con una silla motorizada.
El peor barrio para los usuarios de silla de rueda y no solo por la accesibilidad sino por la vibración que genera en nuestra espalda que se traduce en intensificar ese dolor de espalda que con normalidad sentimos diariamente, se llama Alfama. Es muy antiguo, con aceras bloqueadas, mucha gente caminando y calles estrechas. Pero en el Barrio de Alfama, con sus empinadas y laberínticas calles empedradas, ubicadas entre el Castillo de San Jorge y la orilla del Río Tajo, encontrarás la verdadera esencia de Lisboa.
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La mejor forma de recorrer este antiguo barrio de pescadores es ir bajando en forma de S hasta la bonita Casa dos Bicos, olvidándote del mapa y disfrutando de sus característicos balcones de hierro repletos de ropa tendida, sus edificios con un aire decadente, sus animadas plazas y tiendas de proximidad, que lo convierten en otro de los mejores lugares que visitar en Lisboa con más encanto sin la opulencia de los lugares turísticos. ¿Cómo lo hice? No pude hacerlo en la silla de rueda, fui en carro, con aire acondicionado y con comodidad de no sentir las calles empedradas. No es lo mismo, pero si pude ver su arquitectura y sus calles llenas de cotidianidad. Ese paseíto se hizo rápido. Fue de 20 a 30 minutos. No pude almorzar o bajarme para ver cosas específicas, pero claro, eso fue mi opción si quieres rodar por esas calles, recuerda no hacerlo solo porque si, si vas a necesitar ayuda.
Como esto es un blog corto, ahora le diré cuál es el La Baixa, es un barrio plano, moderno, de calles anchas y lleno de edificios arquitectónicos y desde San Pedro de Alcántara, puedes coger el histórico Elevador de la Gloria completamente accesible. Para empezar la ruta por este barrio empieza por la Avenida da Liberdade que te conducirá hasta la Plaza de los Restauradores y la bonita Plaza de Rossio, que tiene varios edificios importantes como el Teatro Nacional Doña María II, la Estación ferroviaria de Rossio y en uno de los laterales, la Iglesia de Santo Domingo. Todo suave sin mucha complicación para la silla de ruedas.
A pocos metros de esta iglesia se encuentra la Plaza de Figueira, rodeada de cafeterías de comida típica, y en minutos, llegaras a la Plaza del Comercio donde habitan múltiples artesanos presentando arte portugués. ¿Hay más lugares? Claro. En el próximo blog hablamos de las comidas, transporte, la torre de Belem y otros monasterios. Todo accesible y amigable.