La mejor forma de tratar las lesiones por presión es evitarlas. Cualquier lesión en la piel crea una cicatriz que no es elástica como la piel natural. Una lesión por presión que ya ha sido curada es más vulnerable ante futuras lesiones por presión. Por lo tanto, no se puede ser demasiado precavido a la hora de proteger la piel. Incluso si ha sufrido una lesión por presión, puede tomar medidas para que su piel se mantenga sana.
Medidas para mantener la piel sana y evitar lesiones por presión:
- Beba agua para hidratar las células de la piel.
- Lleve una dieta balanceada.
- Use loción o crema hidratante emoliente a diario y protección solar cuando esté al aire libre.
- Limpie su cuerpo cada dos o tres días
- Utilice agua tibia, jabón suave y un paño suave.
- Séquelo bien prestando especial cuidado a los pliegues de la piel.
- No utilice nunca polvos a base de talco, ya que han sido vinculados con el cáncer.
- Lave completamente las excreciones de la piel con un jabón suave.
- Utilice un preparado de barrera cutánea si es necesario.
- Ejercite todas las partes del cuerpo diariamente.
- Realice movimientos para liberar la presión cuando esté en la cama o en la silla.
- Utilice solo equipos de dispersión de presión de grado médico.
- Asegúrese de que la silla de ruedas se ajuste a su cuerpo.
- Lleve ropa holgada que no tenga arrugas, cierres, botones, remaches u otras sustancias duras bajo el cuerpo.
- Utilice calcetines y zapatos para proteger los pies.
- Examine su piel con frecuencia a medida que vaya adquiriendo tolerancia, todas las mañanas y todas las noches.
- Utilice un espejo o un teléfono privado para ver las zonas ocultas.
- Si se produce un cambio en la pigmentación de su piel, no toque esa zona hasta que se haya curado y, después, contrólela de cerca, ya que su tolerancia a esa zona será menor hasta que se recupere.
Los callos no tienen la elasticidad de la piel. Pueden reducirse ÚNICAMENTE con la ayuda de un profesional de la salud o remojando el callo y utilizando un paño suave para retirar parte de los restos del callo, seguido de la aplicación de una crema emoliente. Se tardan días, semanas o incluso meses en eliminar un callo. Nunca deben eliminarse de forma rápida ni con nada afilado, ya que la piel subyacente es demasiado sensible para mantener su estructura, lo que puede provocar una lesión por presión o un corte en la piel.
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El buen cuidado de la piel se convierte en un hábito. Al principio parece una tarea difícil, pero a medida que uno se adapta, se convierte en algo natural.
Consideraciones pediátricas:
Procure que su hijo realice los cuidados de la piel en la medida de lo posible e inicie la transición a la independencia tan pronto como el niño sea capaz.
Ayude a evitar las lesiones por presión en la infancia para que su hijo pueda llevar una vida adulta con una "piel sana".