Por fin una esperanza, segunda parte
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Become an AdvocateDos horas después regresé y pregunté por él, me dijeron que estaba todavía en cirugía. A la tercera hora pude entrar a la sala de recuperación. En cuanto vi a mi esposo estaba ansiosa por saber que sentía, pero él estaba con un terrible dolor de cabeza, es de imaginarse pues las placas y cables estaban implantados en la zona cervical. La enfermera encargada estaba tratando de controlar el dolor de cabeza, ya que era importante para poder saber si el implante estaba bloqueando el dolor neuropático. La técnica que monitorea y maneja el implante tuvo que esperar; mi esposo no podía decir si estaba funcionando. Le administraron medicamento más fuerte vía intravenosa para calmar el dolor de cabeza, entonces me acordé de que mi esposo no había vaciado la vejiga desde que entró a cirugía, inmediatamente le comuniqué a la enfermera, y lo asistí con la sonda. Muchas veces pensamos que el personal está preparado, pero realmente no. Mi esposo aparte de todo, estaba teniendo un episodio de disreflexia autonómica, por eso importante enseñar al personal médico de que un paciente con lesión medular es diferente a un paciente regular. Después de que le vacíe la vejiga, y se le administró medicamento se calmó el dolor. La técnica pudo trabajar regulando el estimulador y mi esposo le iba diciendo que funcionaba para encontrar el programa que le sirviera. Lo encontraron, y como fue una operación ambulatoria nos fuimos a casa.
Mi esposo sintió alivio el resto de la noche. Por una semana tuvo el implante de prueba, y mantuvo comunicación con la técnica. ¡Si funcionó! 70% de alivio. Después de la semana de prueba, regresamos y le retiraron el estimulador, para él fue de las mejores semanas que ha tenido. ¡Confiados vamos por el permanente! Continuará…