Después de tantos años tenemos una esperanza. Mi esposo sufre de dolor neuropático tras la lesión del plexo braquial que paralizó su brazo, ha venido sufriendo de este dolor por 15 años. Después del accidente de motocicleta donde quedó paralizado y sufrió la lesión del brazo no teníamos idea de que tan importante era controlar el dolor neuropático. Intentamos muchos métodos: Parches, inyecciones, más medicamentos, fisioterapia, etc. El dolor ha marcado mucho la vida de mi esposo y mía, ya que tener dolor constante baja la calidad de vida. De mi parte, ver sufrir a mi esposo todos los días y no poder hacer nada, duele. Para él, no poder disfrutar su vida sin dolor, depende de medicinas fuertes y depresión.
Después de mucho batallar con este mal, en el 2019 presionamos a la doctora que maneja el dolor de mi esposo. Mi esposo le dejó saber que su calidad de vida y su salud mental estaban siendo afectadas a un grado muy grave por no haber más opciones. Tras la presión que mi esposo metió a su doctora, por fin nos dio la opción la cual nos pareció perfecta y esta es: estimulación de la médula espinal para el dolor crónico. Este método médico es mediante pulsos eléctricos de un neuroestimulador externo, estos viajan a través de los cables temporales hasta los nervios en la zona cervical donde están los nervios dañados de mi esposo.
Estábamos muy emocionados por esto, pero el seguro médico negó el procedimiento médico y la pandemia empezó; todo paró. En el 2021 empezamos de cero a hacer todos los pasos desde el comienzo. Esto nos llevó a ser referidos a un hospital de especialistas que nos han estado ayudando en este difícil camino. Entre tres doctores cada uno con sus especialidades en el tema nos han guiado con más opciones las cuales mi esposo no calificó, por lo avanzado de su lesión, pero al final los tres y mi esposo concluyeron que la mejor opción es el estimulador. El seguro médico como siempre ha sido un dolor de cabeza ya que apenas en este año 2024 por fin le aprobaron la prueba. Nos tomó casi 4 años llegar aquí.