Los efectos de la COVID-19 en la salud mental

El impacto psicológico de la COVID-19 ha sido muy grande. Para muchos, el aislamiento social, el desempleo, la soledad, la pérdida de seres queridos y el estrés económico han contribuido a reducir la salud mental.

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La salud mental y la pandemia

La incertidumbre sobre cómo se transmitió la COVID-19 aumentó la ansiedad o los sentimientos de depresión de las personas. Según un estudio publicado en 2021, “las tasas de ansiedad, depresión y trastornos por consumo de sustancias han aumentado desde el inicio de la pandemia”.

Desde que se inició la normativa por la COVID-19, los problemas de consumo de sustancias y salud mental han aumentado. El Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS, por sus siglas en inglés) colabora con la Oficina del Censo para realizar encuestas utilizando su sistema de datos Household Pulse Survey. La Household Pulse Survey es una encuesta rápida y en línea de 20 minutos que evalúa la salud mental de las personas. Los resultados de la encuesta indican el estado actual de salud mental de las personas en todo el país. Las respuestas obtenidas indican que:

  • Los síntomas de depresión y ansiedad aumentaron durante la pandemia.
  • Las muertes por sobredosis aumentaron drásticamente durante la pandemia.
  • Aumentaron los casos de muerte por alcohol.
  • Aumentaron las tasas de suicidio.

Depresión y Ansiedad

Durante la pandemia, las tasas de depresión y ansiedad fueron más notables entre las personas que perdieron su trabajo y se encontraban desempleadas. Tanto el desempleo como la pérdida de trabajo son factores determinantes de la salud mental.

Consumo de alcohol y sustancias

Las normativas pandémicas como el aislamiento social junto con la inseguridad laboral, la ansiedad o la depresión son factores subyacentes cuando se habla del aumento del consumo de alcohol y sustancias. Las tasas de mortalidad por sobredosis de sustancias aumentaron en todos los grupos étnicos y raciales, aunque hubo diferencias.

Los factores de estrés e incertidumbre generados por la COVID-19 también contribuyeron al consumo excesivo de alcohol. También aumentaron las tasas de enfermedades y muertes relacionadas con el alcohol.

Suicidio

Los profesionales médicos y de salud mental informaron de un aumento de la ideación suicida y de las muertes a lo largo de la pandemia.

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Salud mental y la comunidad de discapacitados

El impacto de la COVID-19 en las personas con discapacidades y enfermedades crónicas ha sido notable. Antes de la pandemia, los habitantes de estas comunidades ya corrían un mayor riesgo de padecer problemas de salud mental. El aumento de la carga de problemas sociales, medioambientales y sanitarios que recaía sobre las personas con discapacidades o enfermedades crónicas incrementaba el riesgo de enfermar y sufrir ansiedad o depresión.

Tratamiento de trastornos mentales y por consumo de sustancias

Antes de la pandemia de la COVID-19, algunos han tenido problemas para acceder a tratamientos de salud mental o por consumo de sustancias. Para algunos, el costo, las opciones limitadas o inexistentes de proveedores, el desconocimiento de cómo encontrar tratamiento y la aceptación del seguro crearon barreras para la atención necesaria. El acceso a la atención sanitaria se vio afectado por los cierres e interrupciones provocados por la pandemia.

Sin embargo, el efecto adverso de la COVID-19 en la salud mental de las personas creó conciencia sobre la necesidad de tratamientos de salud mental y consumo de sustancias. La demanda de estos servicios aumentó. Como resultado, se adoptaron políticas para abordar los problemas de acceso a la atención. Estos cambios incluyeron la telesalud, un mejor acceso al tratamiento del consumo de opiáceos y otras sustancias y un aumento de los servicios de salud mental en las escuelas.

Telesalud

El aumento del acceso a la telesalud redujo la brecha para los habitantes de zonas rurales, las comunidades desatendidas y la comunidad de discapacitados. Antes de la pandemia de la COVID-19, muchas personas no podían desplazarse ni costearse un tratamiento de salud mental o por consumo de sustancias. El mayor uso de la telesalud durante la pandemia proporcionó tratamientos esenciales de salud mental y física.

Salud comunitaria

Por ejemplo, los centros de salud comunitarios son un recurso nacional de red de seguridad integrado por proveedores de atención primaria que atienden a personas en situaciones económicas o médicas desfavorecidas. La COVID-19 cambió la forma en que las personas utilizaban estos centros comunitarios.

Los investigadores y los profesionales de la medicina adquirieron conocimientos sobre el impacto de una pandemia en el bienestar mental de la población. La información y los conocimientos adquiridos condujeron a cambios en la forma de ver y acceder al tratamiento de los trastornos mentales y por consumo de sustancias. Los servicios como la telesalud han reducido las barreras a la atención, permitiendo a las personas iniciar un camino hacia una mejor salud mental.

Para más información sobre las principales causas de las tasas de mortalidad por la COVID-19, visite la página CDC WONDER.

Para obtener información sobre servicios de salud mental o trastornos por consumo de sustancias, visite los sitios web del Instituto Nacional de Salud Mental o de la Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental.

Christina Sisti, DPS, MPH, MS es bioética y defensora de políticas de cuidados de la salud. Trabaja para crear consciencia y mejorar las políticas de cuidados de la salud para las personas con problemas de salud a largo plazo.

About the Author - Reeve Staff

This blog was written by the Reeve Foundation for educational purposes. For more information please reach out to information@christopherreeve.org

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Esta publicación contó con el apoyo de la Administración para la Vida Comunitaria (ACL), el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de EE. UU. como parte de un subsidio de asistencia económica por un total de $160.000, en un 100 % financiado por ACL/HHS. El contenido pertenece a los autores y no necesariamente representa los puntos de vista oficiales de ACL/HHS o del gobierno de EE. UU. ni su aval.