Los efectos de la COVID-19 en la salud mental
Join Our Movement
What started as an idea has become a national movement. With your support, we can influence policy and inspire lasting change.
Become an AdvocateSalud mental y la comunidad de discapacitados
El impacto de la COVID-19 en las personas con discapacidades y enfermedades crónicas ha sido notable. Antes de la pandemia, los habitantes de estas comunidades ya corrían un mayor riesgo de padecer problemas de salud mental. El aumento de la carga de problemas sociales, medioambientales y sanitarios que recaía sobre las personas con discapacidades o enfermedades crónicas incrementaba el riesgo de enfermar y sufrir ansiedad o depresión.
Tratamiento de trastornos mentales y por consumo de sustancias
Antes de la pandemia de la COVID-19, algunos han tenido problemas para acceder a tratamientos de salud mental o por consumo de sustancias. Para algunos, el costo, las opciones limitadas o inexistentes de proveedores, el desconocimiento de cómo encontrar tratamiento y la aceptación del seguro crearon barreras para la atención necesaria. El acceso a la atención sanitaria se vio afectado por los cierres e interrupciones provocados por la pandemia.
Sin embargo, el efecto adverso de la COVID-19 en la salud mental de las personas creó conciencia sobre la necesidad de tratamientos de salud mental y consumo de sustancias. La demanda de estos servicios aumentó. Como resultado, se adoptaron políticas para abordar los problemas de acceso a la atención. Estos cambios incluyeron la telesalud, un mejor acceso al tratamiento del consumo de opiáceos y otras sustancias y un aumento de los servicios de salud mental en las escuelas.
Telesalud
El aumento del acceso a la telesalud redujo la brecha para los habitantes de zonas rurales, las comunidades desatendidas y la comunidad de discapacitados. Antes de la pandemia de la COVID-19, muchas personas no podían desplazarse ni costearse un tratamiento de salud mental o por consumo de sustancias. El mayor uso de la telesalud durante la pandemia proporcionó tratamientos esenciales de salud mental y física.
Salud comunitaria
Por ejemplo, los centros de salud comunitarios son un recurso nacional de red de seguridad integrado por proveedores de atención primaria que atienden a personas en situaciones económicas o médicas desfavorecidas. La COVID-19 cambió la forma en que las personas utilizaban estos centros comunitarios.
Los investigadores y los profesionales de la medicina adquirieron conocimientos sobre el impacto de una pandemia en el bienestar mental de la población. La información y los conocimientos adquiridos condujeron a cambios en la forma de ver y acceder al tratamiento de los trastornos mentales y por consumo de sustancias. Los servicios como la telesalud han reducido las barreras a la atención, permitiendo a las personas iniciar un camino hacia una mejor salud mental.
Para más información sobre las principales causas de las tasas de mortalidad por la COVID-19, visite la página CDC WONDER.
Para obtener información sobre servicios de salud mental o trastornos por consumo de sustancias, visite los sitios web del Instituto Nacional de Salud Mental o de la Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental.
Christina Sisti, DPS, MPH, MS es bioética y defensora de políticas de cuidados de la salud. Trabaja para crear consciencia y mejorar las políticas de cuidados de la salud para las personas con problemas de salud a largo plazo.