La información sobre el coronavirus, ahora llamado la enfermedad de la COVID-19 abunda. Es porque al comienzo no se sabía nada de ella. Ahora, la información que publicada entra en conflicto con lo que se publicó al inicio. Esto tiene sentido ya que mientras se recopila más información, se entiende mejor. A veces, la dirección de la información va hacia un lado, tan sólo para verse en el lado opuesto al día siguiente. Cuanto más tiempo pasa, más información será publicada en esta situación cambiante. Hoy, vamos a pensar en la información que rodea a esta pandemia.
Mito: Necesito una montaña de papel higiénico Falso, al menos por ahora.
La COVID-19 es un virus respiratorio. Actualmente, se sabe que viven en sus pulmones, no en su sistema digestivo. De hecho, se cree que beber líquidos puede llevar al virus a su estómago donde actualmente no sobrevive. Parece inverosímil pero la hidratación ayuda a su salud general. La COVID-19 florece en sus pulmones.
El mito del papel higiénico probablemente se inició porque la gente pensó que la COVID-19 era un tipo de gripe. Actualmente, no se la clasifica como la gripe estacional. Eventualmente, puede que lo sea. Hay algunos síntomas como los de la gripe tales como la fiebre, tos, fatiga y dolores musculares. La COVID-19 se considera una "enfermedad parecida a la gripe" que significa que tiene algunas características de la gripe, pero en realidad es incluso peor que la gripe.
Existe evidencia de que las células de la COVID-19 pueden encontrarse en la materia fecal. Los virus entran en el cuerpo y prosperar en nuestras células. Ellos usan la estructura reproductiva de nuestras propias células normales para replicarse. Algunas células de la COVID-19 son expulsadas a través de los intestinos. Esta es la razón por la que los individuos expuestos o que tengan la COVID-19 deben tener un baño dedicado a ellos. En la actualidad, algunas personas que tienen la COVID-19 han reportado diarrea. Esto podría ser debido al virus, por el tratamiento o incluso puede ser una reacción corporal. La diarrea puede o no convertirse en uno de los síntomas de la COVID-19 a medida que el virus evoluciona.
Otros sistemas además el sistema digestivo pueden verse afectados por la COVID-19. El sistema nervioso es uno de los que pueden verse afectados, más notablemente en el gusto y el olfato. Algunas personas, pero no todas, informan sobre la pérdida del gusto y el olfato antes de otros síntomas de la COVID-19. Este es un indicador clave pero ¿por qué algunos lo pierden y otros no? Es posible que más estudios e información indiquen que la pérdida del gusto y olfato es un indicador centinela de la COVID-19. Cuando haya un tratamiento disponible, este podría ser una señal antes que los síntomas graves ocurran.
Escuchamos las historias de personas que contraen la COVID-19 y deben ser hospitalizadas o incluso ingresadas a los cuidados intensivos. La razón es para el uso del respirador. Sin embargo, este virus no conoce límites. Se moverá a otros órganos principales. La insuficiencia renal, que requiere diálisis, el corazón y otros órganos principales pueden ser afectados.
Mito: Sólo las personas con factores de riesgo contraen la COVID-19. FALSO
Este ha sido uno de los puntos más difíciles de entender sobre la COVID-19. Cualquiera puede contraer la COVID-19. Cualquier persona independientemente de su estado de salud, edad o raza. Todo el mundo tiene la misma posibilidad de contraerla. Los factores de riesgo no indican quién contraerá el virus, pero en vez son los indicativos de que tan enfermo se sentirá si la contrae. Los factores de riesgo que conocemos son ser mayor de 65 años, tener asma, VIH/SIDA, inmunosupresión, diabetes, enfermedades cardiacas, obesidad, enfermedad renal con diálisis y enfermedad hepática. El embarazo y el uso de tabaco (tabaquismo y por inhalación) han sido recientemente agregados a la lista de factores de riesgo.
Mucha gente pensó que esto significaba que podrían contraer la COVID-19 sólo si tenían esas condiciones, pero esto no es cierto. Cualquier persona puede contraer el virus. Aquellos con estas enfermedades probablemente tendrán un curso más difícil, sin embargo, hay jóvenes sin factores de riesgo que contraen el virus y se enferman gravemente y personas mayores con muchos factores de riesgo que sobreviven. Los factores de riesgo son la regla general, pero no es una regla indisoluble.
Mito: Si estoy expuesto a alguien que tiene la COVID-19, lo voy a contraer por seguro. Probablemente falso
Si usted está expuesto a alguien que tiene los síntomas activos de la COVID-19, es probable que la contraiga. Sin embargo, es posible que no. No es claro porque algunas personas lo contraen y otras no. Sin duda, usted corre un mayor riesgo si está expuesto directamente al virus. Si usted está expuesto a una persona que a su vez fue expuesta a otra, su riesgo es menor. Sin embargo, estos riesgos no han sido calculados porque el virus es tan nuevo que no se ha podido hacer seguimiento a través de todos los niveles de contacto. El seguimiento del virus proporcionará más información acerca que quien contrae la COVID-19, la severidad de la enfermedad y su resolución.
Hay personas que contraen el virus y nunca supieron que lo tenían. Los síntomas pueden ser como los de un resfriado. Hay individuos que tenían la COVID-19 antes de que entrará oficialmente en el país. Puesto que nadie lo estaba buscando o realmente sabía mucho acerca de él, pasó inadvertido. La prueba es la forma definitiva para saber si tiene o no la COVID-19. La verificación de anticuerpos en la sangre determinará si hay una probabilidad que lo tuvo y si tiene algo de inmunidad a ella.
Por lo tanto, debe ser lo más cuidadoso posible para asegurarse que no lo contraiga. Puede hacerlo al practicar el distanciamiento social, manteniéndose en casa y lavándose las manos por 20 segundos frecuentemente. Limpie las superficies. Use una máscara.
Mito: La COVID-19 puede transmitirse a través del sudor. No se sabe
Hay nueva evidencia que la COVID-19 puede propagarse mediante el sudor u otra humedad del cuerpo. Esto está aún bajo investigación y puede o no ser cierto. Se pensó que puede ser el caso de las personas que están trabajando o corriendo. Ahora se piensa que no es la sudoración, pero la acción de la respiración profunda durante la actividad intensa que causa que el virus sea expulsado más lejos a través de la respiración acelerada. Más información sobre esto estará disponible a medida que la investigación continúe.