La propagación global del COVID-19 afectó a todos los países. La rapidez para encontrar una vacuna que prevenga o reduzca los efectos del virus se volvió una prioridad en varios países. Las empresas farmacéuticas estuvieron a la altura del reto. Los investigadores usaron estudios de ARNm previos para desarrollar vacunas que cumplieran con las normas de la Organización Mundial de la Salud y de los países.
Desarrollo de vacunas
Antes de que surgiera el COVID-19, los investigadores del Centro de Investigación de Vacunas (VRC, por sus siglas en inglés) de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) examinaron diversos tipos de coronavirus. Los coronavirus humanos comunes no son como el COVID-19. La mayoría de las personas contraerá un coronavirus humano común al menos una vez. Los síntomas de los coronavirus humanos comunes se presentan como una infección respiratoria o respiratoria superior leve a moderada. Si una persona tiene un coronavirus humano común, no significa que tiene COVID-19.
El desarrollo de nuevas vacunas o medicaciones tarda años. Sin embargo, el trabajo previo con coronavirus humanos comunes de los investigadores del VRC hizo que les resultara fácil a los investigadores de todo el mundo centrarse en desarrollar una vacuna para el COVID-19.
Como existen varios tipos de coronavirus, los científicos se pusieron como objetivo un prototipo de coronavirus. Después, comenzaron a diseñar una vacuna para él. Una vez que se creó la vacuna, los investigadores pudieron adaptarla a otros tipos de coronavirus.
Los científicos enfatizaron el diseño de una vacuna que sea:
- Rápida. Los científicos querían crear una vacuna que se pudiera adaptar con rapidez a una pandemia. Otro requisito para la vacuna incluía la capacidad para producir dosis de inmediato.
- Fiable. La efectividad de la vacuna contra un coronavirus era prioritaria.
- Universal. Los investigadores no pueden predecir qué tipo de coronavirus se convertirá en una pandemia, por lo que necesitaban que la vacuna fuera efectiva contra diversos coronavirus.
El surgimiento del virus de COVID-19 en China se informó públicamente el 31 de diciembre de 2019. En enero de 2020, China compartió la secuencia de ADN del COVID-19 con el VRC. A continuación, el VRC trabajó con Moderna para desarrollar una vacuna. Pronto Moderna y Pfizer-BioNTech crearon sus vacunas para COVID-19.
Respuesta de la FDA a las vacunas
Pfizer-BioNTech, Moderna y Johnson & Johnson desarrollaron con rapidez vacunas para el COVID-19. Antes de que pudieran ser administradas a las personas, se las sometió a ensayos clínicos y se presentó la solicitud a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de EE. UU. para su aprobación.
La FDA respondió a la creciente pandemia y a los desarrolladores de las vacunas autorizando tres vacunas para COVID-19 a las que les otorgó autorización de uso de emergencia (EUA) (Pfizer-BioNTech, Moderna y Johnson & Johnson). La designación de autorización de uso de emergencia permite que la FDA apoye y fortalezca las protecciones de la salud pública contra enfermedades ambientales, químicas, biológicas, radiológicas e infecciosas. Una EUA implica que hay contraataques médicos disponibles a lo largo de crisis de salud pública.
Después del uso posterior, la FDA aprobó el uso de las vacunas de Moderna, Johnson & Johnson y Pfizer-BioNTech. Sin embargo, debido a problemas con la vacuna de Johnson & Johnson, el sitio web de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) señala que eran preferibles las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna.
La aplicación de vacunas para COVID-19 como las de Pfizer-BioNTech y Moderna estuvieron disponibles a lo largo de todo el país. Los funcionarios de salud pública y los profesionales médicos de todo el país se unieron a las agencias del gobierno para alentar a las personas a que se vacunaran. Además, cada variante de coronavirus produjo nuevas convocatorias de salud pública y los profesionales médicos para que la gente se aplicara la vacuna y los refuerzos para COVID-19.
Viaje internacional
En octubre de 2021, el presidente Biden emitió "Una proclama sobre la promoción de una reanudación segura de los viajes internacionales durante la pandemia de COVID-19". En abril de 2022, los CDC emitieron "Orden enmendada: Implementación de la proclama presidencial sobre la reanudación segura de los viajes internacionales". La Orden enmendada de los CDC refleja los requisitos de salud pública respecto de la Proclama para que los inmigrantes no ciudadanos estén en consonancia con las recomendaciones más recientes para después de viajes internacionales. También presenta la orientación descrita en el sitio web de los CDC.
En cuanto a los que se describen en la Proclama del presidente para Estados Unidos, las siguientes vacunas están aceptadas o autorizadas por la FDA:
- Dosis única: Janssen/Johnson & Johnson
- Series de dos dosis: Pfizer-BioNTech, Moderna y Novavax
La Proclama del presidente y la Orden enmendada de los CDC no se aplican a los ciudadanos de los Estados Unidos.
Función de las vacunas en el alivio de los síntomas de COVID-19
Una vez que fue posible que las personas se vacunaran, muchas programaron citas con su doctor, la oficina de salud pública u otra fuente de vacunas y los porcentajes de vacunación aumentaron lentamente. Como resultado, las personas con vacunación completa corren menos riesgo de contraer COVID-19 o sus variantes. Además, si una persona con vacunación completa igual contrae COVID-19, sus síntomas suelen ser menos severos que los de quienes no están vacunados.