Variantes de SARS-CoV-2
Para mediados de 2022, la mayoría de los países ya han superado las olas de infección de BA.5 (una subvariante de la variante Ómicron). Sin embargo, la BA. 2.75 sigue siendo una preocupación para los científicos y la comunidad médica. No obstante, incluso aunque la amenaza de la BA.5 estaba desapareciendo gradualmente, los científicos eran conscientes de que aparecería otro sublinaje.
El invierno está llegando en el hemisferio norte, con posibles olas de variantes de SARS-CoV-2. La ola de nuevas subvariantes es un cambio en el curso del SARS-CoV-2. Previamente, una variante era reemplazada por otra. Quienes siguen las variantes han investigado datos de secuenciación global de SARS-CoV-2 a fin de identificar subvariantes potenciales. Su investigación descubrió que hay más de una docena de sublinajes que están surgiendo con rapidez. El número de variantes ha dado lugar a una pregunta sobre cuál debe observarse para las olas globales e invernales. Pero el aumento de subvariantes ha causado una "sopa de COVID". El aumento del número de subvariantes implica que los científicos e investigadores no puedan predecir qué variante impulsará la ola potencial en COVID-19 este invierno.
Ya sea que los científicos se refieran a esas variantes como enjambres o sopa de variantes, los brotes evasivos de inmunidad más recientes de Ómicron exceden otras variantes de SARS-CoV-2. La cantidad de brotes sin precedentes genera complicaciones cuando se predicen las olas de infección. Los científicos pronostican que la incertidumbre puede generar una "doble ola" de infección en algunas áreas. Las dobles olas pueden presentarse cuando un área se está enfrentando a una ola de una variante y se produce otro surgimiento de una variante diferente.
Las olas de infección anteriores estuvieron impulsadas por variantes como Alfa, Gama, Beta y Delta. Las variantes se originaron en ramas específicas del árbol de familias de SARS-CoV-2. Sin embargo, desde la emergencia de Ómicron, se han presentado varias subvariantes de ella.
Subvariantes de COVID-19
Ómicron
Quienes siguen las variantes1 han investigado datos de secuenciación global de SARS-CoV-2 a fin de identificar subvariantes potenciales. Su investigación descubrió que hay más de una docena de sublinajes que están surgiendo con rapidez. El número de variantes ha dado lugar a una pregunta sobre cuál debe observarse para las olas globales e invernales.
Olas globales
A pesar del descenso global de casos de COVID-19, en Europa y América del Norte se está produciendo un aumento de casos de la variante Ómicron BQ.1 y BQ.1.1. Además, otras variantes que se encuentran predominantemente en Asia son la XBB y la XBB.12.
Las variantes difieren en su punto de origen. Por ejemplo, BQ.1 es una subvariante de BA.5, mientras que XBB se considera una recombinante.
XBB es resultado de dos cepas de COVID-19. Las variantes intercambiaron parte de su material genético y formaron Centaurus (BA. 2.75) y BA. 2.10.1. A lo largo de toda la pandemia, ha habido recombinantes, pero a diferencia de la cepa XBB y XBB.1, no se han propagado demasiado rápido.
Los datos recopilados por el Sistema Global de Vigilancia y Respuesta a la Influenza (GISRS)3 informan que la infección por BQ.1 se está propagando en Europa. Los funcionarios de la salud europeos consideran que esta variante puede dar lugar a la mayoría de los casos de COVID-19 durante el invierno. Además, los expertos proyectan que BQ.1 será la cepa dominante para 2023.
Ola invernal en Estados Unidos
El Rastreador de COVID4 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) predice que es probable que las dos variantes de la cepa BQ aumenten este invierno y comprendan el 35 % de las infecciones. A principios de noviembre, aproximadamente un 35 % de los nuevos casos en Estados Unidos eran de la cepa BQ.1 y BQ.1.1. A medida que la cepa se propaga por toda California y New York, los funcionarios de la salud advierten que el resto del país podría ser afectado por la cepa BQ este invierno.
Los CDC estiman que los casos informados de COVID-19 estarán conectados con estas cepas:
Los CDC no incluyeron el índice de infecciones potencial para la cepa de la familia de XBB.
Transmisión de XBB, XBB.1, BQ.1 y BQ.1.1
Las cepas BQ.1, BQ.1.1, XBB y XBB.1 de Ómicron tienen un denominador común. Ambas variantes contienen varias mutaciones en sus proteínas espícula.
Las mutaciones en las proteínas espícula de los linajes de BQ.1 y XBB generan un problema. Los datos de los investigadores muestran que las variantes se propagan más rápido que sus predecesoras. Sin embargo, los profesionales médicos, los investigadores y los funcionarios de salud pública están dando seguimiento a los datos y no ven un aumento de las hospitalizaciones. Además, han indicado que la severidad de la enfermedad parece seguir siendo similar a las otras variantes de Ómicron.