Infección por virus respiratorio sincitial (VRS)

Coffee Cup and TissuesEn esta época del año los hospitales pediátricos se llenan de niños que tienen virus respiratorio sincitial o VRS. Es probable que haya escuchado informes en las noticias de que los hospitales pediátricos y las unidades pediátricas de los hospitales de la comunidad están al límite de su capacidad. A veces, se establecen hospitales temporales para alojar al gran número de niños. Lamentablemente, el número de casos ha aumentado sobremanera este año.

Lo interesante es que se trata de un virus muy frecuente. Es probable que su hijo o hija ya haya tenido el virus para cuando cumpla los dos años de edad. Como adultos, lo más probable es que todos lo hayamos tenido muchas veces. Con frecuencia se lo subestima como si fuera un resfriado. El VRS es un virus que se propaga como otros virus, a través de gotas respiratorias microscópicas expulsadas que se respiran directamente (son tan pequeñas que no se pueden ver) o por tocar el virus en una superficie y, después, tocarse el rostro. Puede vivir varias horas sobre las superficies. También uno mismo puede adquirir el virus al besar el rostro de un niño y, después, propagarlo al besar a otro niño o a un ser querido.

Algunas personas son más susceptibles a casos avanzados de VRS. Esto incluye a los niños y a las personas de mayor edad, quienes tienen afecciones de salud crónicas, asma o problemas respiratorios y a las personas con inmunosupresión o enfermedades crónicas. Los niños con problemas neurológicos pueden tener riesgo respiratorio debido a que los músculos para respirar están debilitados o a que la función del sistema nervioso autónomo está disminuida.

En especial en los niños con problemas neurológicos, la respiración puede verse afectada debido a la disminución de la función de los músculos, incluido el diafragma, que presiona los pulmones hacia abajo para hacer ingresar aire, los músculos intercostales, que son los que se encuentran entre las costillas para expandir los pulmones, y los músculos abdominales que también ayudan a presionar los pulmones hacia abajo. Esos son los tres principales músculos de la respiración. Otros músculos incluyen los del cuello, el pecho y la espalda, que también ayudan con la respiración. Los nervios frénico y vago causan y controlan la respiración. Si esos nervios están débiles, la respiración se ve afectada.

El sistema nervioso autónomo (SNA) es la parte del sistema nervioso que controla las funciones automáticas del cuerpo en las que no pensamos. Eso incluye muchas funciones corporales, como la respiración, la digestión, los latidos cardíacos y la circulación de la sangre, por nombrar tan solo algunos. La respuesta a las infecciones es responsabilidad del SNA. Las personas no suelen pensar en esta responsabilidad del SNA, pero es muy importante. Supongamos que el SNA está afectado por una enfermedad o una lesión neurológica. Es tal caso, es posible que no reconozca a un patógeno invasor como un virus o una bacteria, que no responda a su presencia con suficiente rapidez como para montar una defensa efectiva, o que no responda en absoluto. Eso le proporciona al invasor tiempo para multiplicarse fuera de control.

El VRS es un virus que ingresa a las células de seres humanos, adquiere la estructura reproductiva de las células y usa ese sistema para multiplicarse. La mayoría de los niños que desarrollan VRS aparentará tener un resfriado leve, pero sus cuerpos eliminarán al virus usando sus anticuerpos naturales. Los niños con problemas respiratorios o neurológicos posiblemente no tengan la respuesta inmunológica para eliminar el virus de sus cuerpos.

El VRS se desarrolla en un lapso breve, habitualmente no de inmediato. Aumenta en severidad. Los síntomas son iguales a los de un resfriado o una gripe. De acuerdo con los Centro para el Control de Enfermedades, los síntomas del VRS son los siguientes:

Una prueba de laboratorio denominada prueba rápida de antígeno confirmará el diagnóstico de VRS en los niños. Esta prueba no es tan definitiva en niños de mayor edad o en adultos.

Lamentablemente, puede haber un resfriado, gripe o COVID simultáneamente con el VRS, lo que complica la enfermedad. Lo mejor es consultar al profesional médico de su hijo o hija para que evalúe su estado de salud. Dificultad para respirar, un matiz azulado alrededor de la boca o en los dedos de las manos o de los pies, poca o ninguna producción de orina, cambios en el estado mental, fiebre incontrolable o cualquier otro síntoma alarmante señalan que es momento de llamar al 911. Esta tabla le ayudará a reconocer síntomas de resfriado, gripe, COVID, o VRS. La proporcionan la Asthma and Allergy Foundation of America, la Organización Mundial de la Salud y los Centros para el Control de Enfermedades. El tratamiento del VRS en el hogar incluye reposo, medicamentos de venta libre para la fiebre y la congestión, gotas nasales y aerosoles. Se puede usar una pera de goma para retirar la mucosidad de la nariz. Los humidificadores con niebla fría humedecen el aire para ayudar con la nariz tapada y para aligerar las secreciones. Hay que asegurarse de limpiar el humidificador según las especificaciones del fabricante para evitar una infección bacteriana adicional. La hidratación es crucial, en especial porque los niños se deshidratan mucho más rápido que los adultos. Los niños hospitalizados pueden requerir líquidos por vía intravenosa, oxígeno complementario a través de una cánula nasal, una mascarilla o una tienda. Es posible que los casos más severos requieran ventilación mecánica.

Se dispone de una inyección de anticuerpos monoclonales para los casos severos de VRS, así como a modo de prevención para los niños con mayor riesgo. El medicamento palivizumab es una proteína del sistema inmunológico desarrollada para los infantes prematuros, con enfermedad pulmonar crónica o con enfermedades del corazón congénitas. Se puede administrar contra el VRS. Si su hijo o hija está en alto riesgo, se le puede administrar mensualmente como un preventivo. Está en desarrollo una vacuna que actualmente se está evaluando en Europa. Está cerca de ser aprobada para su evaluación en EE. UU.

Las estrategias de prevención para el VRS incluyen aquellas a las que todos nos hemos acostumbrado, como el lavado de manos, el distanciamiento social, la cobertura de nariz y boca al toser, no tocarse el rostro, la limpieza de superficies y el uso de mascarillas, en especial si su hijo o hija es particularmente susceptible al VRS, ya que se propaga por microgotas. Evite a las personas que tengan cualquier clase de infección, como un resfriado, gripe, COVID, o VRS. Si otros niños van a la escuela o juegan con amigos, además de lavarles las manos y el rostro, se les puede hacer cambiar la ropa antes de interactuar con un niño que está en riesgo. Es necesario que se informe sobre las cargas virales en su comunidad, la escuela y otros ambientes donde concurra su hijo o hija habitualmente. Si hay un caso de VRS u otros virus, mantenga a su hijo o hija en el hogar hasta que disminuyan los riesgos.

Converse con el profesional médico de su hijo o hija sobre las vacunaciones contra gripe, neumonía y COVID. Los riesgos y beneficios son diferentes de una persona a otra, en especial cuando hay problemas de salud. Obtenga información para poder tomar una decisión específicamente para su hijo o hija y también para usted.

Además de los niños, el VRS es especialmente peligroso para la población que tiene más de 65 años de edad. Si tiene contacto con personas de edad avanzada, tendrá que proteger de la contaminación tanto a los niños como a las personas mayores. Limite las visitas y tocarse. Sin duda, permanezca en el hogar si cualquiera de estas personas está enferma.

El VRS puede ser una experiencia muy atemorizante, en especial si se requiere hospitalización. El VRS puede ingresar al sistema nervioso central. Los casos severos de VRS pueden causar o agudizar convulsiones con o sin presencia de fiebre, estado epiléptico, encefalopatías y encefalitis. Si tiene sospecha de VRS, o se presentan síntomas de cualquier virus respiratorio, no deje de notificar al profesional médico de su hijo o hija para que se pueda iniciar un tratamiento de inmediato.

Si su hijo o hija es hospitalizado, se le proporcionará el mejor tratamiento. Y si termina en el ambiente de un hospital temporal, no entre en pánico. Es una situación extraña, pero se le proporcionará la misma atención dentro de las paredes del hospital. La circulación del aire en realidad podría ser un poco mejor ahí, lo que puede ser una ventaja para usted.

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About the Author - Nurse Linda

Linda Schultz, Ph.D., CRRN is a leader, teacher, and provider of rehabilitation nursing for over 30 years. In fact, Nurse Linda worked closely with Christopher Reeve on his recovery and has been advocating for the Reeve Foundation ever since.

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