Enfermedades de adultos en niños
A medida que la sociedad evoluciona, algunas enfermedades que típicamente se pensaban únicamente de adultos se están incorporando al ambiente pediátrico. Muchas personas no se dan cuenta de que los niños pueden tener lo que suelen considerarse problemas de adultos. Los nonatos, bebés y niños pueden tener un accidente cerebrovascular o un derrame en la médula espinal, lo que normalmente no se ve, excepto en familias que presentan esta afección. En pediatría, esto es el resultado de problemas vasculares o de coagulación y no tanto de arterosclerosis. Además, los problemas neurológicos como la esclerosis múltiple y enfermedad de Parkinson son infrecuentes, pero pueden presentarse en la población pediátrica.
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La parálisis puede contribuir a algunas afecciones secundarias en los niños, como la diabetes tipo II, enfermedades del corazón e hipertensión y las enfermedades hepáticas de inicio pediátrico.
La diabetes tipo 2 se desarrolla con el paso del tiempo por el aumento de peso y la inactividad. Se suele pensar que se presenta en adultos; sin embargo, los niños con parálisis pueden desarrollar diabetes tipo 2 debido a la falta de movilidad acompañada de aumento de peso. Se usa medicamento para tratar la diabetes tipo 2. La diabetes tipo 1 típicamente se desarrolla en la primera infancia debido a problemas autoinmunes. Esos niños requieren tratamiento con insulina.
Para prevenir la diabetes tipo 2 en niños con parálisis, se debe alentar la alimentación sana. Hay que consultar con un dietista para encontrar el plan de alimentación correcto para cada niño. Los niños más pequeños tienen mayor supervisión de adultos para sus elecciones de alimentos. Es importante impartir la enseñanza de una alimentación sana. A medida que los niños se acercan a la adolescencia, hay más tentaciones y opciones, de ahí la importancia de que tengan una base de alimentación sana. Si un niño usa alimentaciones con sonda o suplementos, el dietista puede asistir para asegurarse de que no esté recibiendo demasiadas calorías para su nivel de movilidad.
El movimiento es crucial para un cuerpo con parálisis. Los músculos grandes de los muslos son críticos para el metabolismo. Se debe alentar al niño para que mueva todas las partes del cuerpo. Haga que mueva el cuerpo o, si no puede mover las piernas con las manos y los brazos, proporciónele movimiento varias veces al día. Asegúrese de incluir todas las partes del cuerpo, en especial los músculos grandes de las piernas.
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La hipertensión y las enfermedades del corazón pediátricas pueden ser causadas por hiperlipidemia y resistencia a la insulina (diabetes tipo 2). La inmovilidad, el exceso de peso y los hábitos alimentarios deficientes pueden crear el escenario para problemas cardíacos, así como exceso de peso, en los niños.
Es importante controlar la presión arterial de los niños para saber si es normal, a fin de detectar problemas de presión arterial tanto alta como baja. Es esencial para la salud cardíaca usar los consejos antes enumerados con el objeto de establecer un plan de dieta sana y una rutina de ejercicios. Con el paso del tiempo, se pueden cumplir planes de pérdida y prevención del exceso de peso, pero se debe consultar a un nutricionista para garantizar que se cubran los nutrientes. Se pueden encontrar consejos dietéticos aquí.
Deje de fumar, incluso cigarrillos electrónicos, ya que los niños no deben estar expuestos a ningún humo de segunda mano. Incluso si fuma en el exterior, un niño puede estar expuesto al humo que queda en la ropa y el cabello. Se debe enseñar a los adolescentes a evitar fumar o inhalar otras sustancias.\
La enfermedad hepática de inicio pediátrico se presenta con mayor frecuencia debido a problemas genéticos. La enfermedad hepática generalmente no es afectada por la parálisis, pero complicaciones secundarias como la diabetes tipo 2 pueden dar lugar a problemas en el hígado. Se deben hacer a los niños análisis de sangre de rutina que incluyan evaluación de la función hepática. Tanto los adultos como los niños deben lavarse las manos minuciosamente al realizar los cuidados para evitar infecciones.
Un buen inicio para una adultez sana es proporcionarles a los niños ejemplos de hábitos sanos y alentarles a imitarlos.