Mantener los pulmones sanos y limpios es imprescindible para todos, pero en especial para las personas con parálisis. Cualquier nivel o lado del cuerpo que esté afectado por parálisis representa un mayor riesgo de desarrollar enfermedades pulmonares, bacterias y crecimiento viral. Esto se debe a que no poder llenar por completo los pulmones con aire limpio junto con la capacidad para exhalar adecuadamente impide el movimiento del aire dentro de los pulmones.
Los ejercicios pulmonares están diseñados para la tranquilidad, el fortalecimiento del cuerpo o ambos. Inspirar con profundidad lleva aire limpio hasta la base de los pulmones, donde quizá usted no esté inhalando lo suficiente después de la parálisis. Inhalar o expandir los pulmones requiere que múltiples grupos musculares trabajen juntos. Exhalar es un estado natural de reposo para los pulmones. Cuando se exhala, los músculos ser relajan y causan que los pulmones se desinflen.
Al igual que con cualquier forma de ejercicio físico, verifique con su profesional de cuidado de la salud para ver si es correcto para usted y qué tipo de ejercicios beneficiaría mejor a su cuerpo evitando complicaciones. Los individuos con diagnósticos como afecciones cardíacas, asma, EPOC y otras quizá no puedan hacer algunos ejercicios de respiración. Los individuos que utilizan respiración mecánica no podrán hacer la mayoría de estos ejercicios, pero pueden usar el botón de «suspirar» para ayudarse a inspirar profundo cuando se lo use según lo indicado.
Los ejercicios de respiración deben iniciarse lentamente, al igual que cualquier plan de ejercicios. Usted está fortaleciendo su cuerpo personal, no se está preparando para las Olimpíadas de respiración. Ejercítese gradualmente. Nunca haga los ejercicios pulmonares hasta el punto de aturdirse. Eso es que no se permite la llegada de suficiente oxígeno al cerebro. Si se aturde o marea, deténgase y descanse hasta volver a la normalidad. Marearse o aturdirse no es indicación de haber llegado al máximo, sino de haber ido demasiado lejos.