Así vivo el dolor neuropático de mi esposo
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Become an AdvocatePor fin se logró que nos aceptaran ver a ese doctor, esto nos tomó alrededor de 6 meses. Llegamos a la clínica, vimos al ortopedista cirujano, y nos dio información de otras posibles opciones para ayudar a mi esposo. Cuando el doctor se retiró a llamar a un colega para hablar del caso de mi esposo, yo me solté en llanto. Es un sentimiento que no puedo explicar, ver que alguien quiera hacer algo por tu ser querido que sufre, me da esperanza y no me sentía tan abandonada en esta lucha. Sin embargo, las posibles opciones no son tan viables por este momento hasta que se hagan otros estudios, teniendo esos resultados seguirán las siguientes opciones y pasos.
Aun después de ver a este doctor mi esposo sigue desesperanzado, él piensa que no habrá una solución a su dolor. A mí me duele que esté así, pero también entiendo su posición. Han sido muchos años de dolor y a muchos de los doctores que hemos visto de verdad no les importa lo que él está sufriendo. Es muy lógico que se sienta así. En cambio, yo tengo esperanza, porque yo voy a luchar, voy abogar y no me voy a quedar quieta hasta ver el día que mi esposo no sufra más, que su calidad de vida mejore y vuelva a ser feliz, porque cuando por fin llegue ese día, será uno de los más hermosos de mi vida.