Vestirme para mí y vestirme, para mí... - Reeve Foundation
Vestirme para mí siempre fue un evento feliz. Y digo fue, porque me refiero a mi otra vida cuando no cargaba como parte de mi atuendo la silla de ruedas.
Siempre andaba “exacta”, lo cual no quiere decir que siempre andaba exacta. No sé si me explico. Una vez andaba de gala y al otro día parecía la hermana gemela pero pobre de mí misma. Pero lo que fuera que me pusiera lo hacía con gusto y estilo. Nada en mí era genérico y con ello no quiero decir que solo usara ropa de marcas, sino que a cada pieza le agregaba mi marca personal. Me gustaba ir a cocteles y exposiciones por el solo hecho de vestirme.
Diez años han pasado desde mi accidente y sigo igual. No salgo sin tener mis uñas hechas, mi pelo lavado y sintiendo que “voy a matar”. Uno de mis pasatiempos favoritos es ir de compras. A veces tengo en el closet blusas y pantalones sin estrenar. Pero ¿a qué no adivinan qué es lo más que me compro? ¿Adivinaron? ¡Pues sí! ¡Zapatos! ¡Tenis! ¡Botas! ¡Tacones! Con la suerte de que podría usarlos y devolverlos porque nunca se ensucian por debajo.
Entiendo, sin embargo, que esa no es la actitud de la mayoría de las personas que viven su vida en una silla de ruedas o con algún tipo de dificultad funcional o de movilidad. No sólo por su propia autoestima y problemas físicos sino porque la industria textil y de moda hasta hace poco nos había invisibilizado.
No es que no se hubiera fabricado ropa adaptada, no. Se había hecho, pero tomando en consideración sólo lo funcional y nada de lo estético. Es como si nos dijeran, puedes estar cómodo, pero no bello o “exacta” como yo le llamo a sentirse bien y a gusto con una mismo sin sentir que tiene que encajar en los moldes de otro.
Ahora es común ver pasarelas inclusivas, desfiles en silla de ruedas, colecciones para la diversidad funcional. La industria de la moda está normalizando que los cuerpos son distintos, que la belleza es subjetiva y que nuestra población es gigante y merece ser atendida. Aquí les dejo una pequeña lista de tiendas en línea de ropa adaptada: https://personaswip.com, https://www.marlo.es, https://www.instagram.com/gmkindumentaria/?hl=en, https://www.maxvida.com/?lang=es.
Luego que hagas el ejercicio de buscar y encontrar tu comodidad, explora en las redes sociales para que veas y te entusiasmes con la cantidad de modelos, influencers y personas como tú que están haciendo de la moda su nicho. Algunos modelando y algunos diseñando, pues nadie como nosotros para saber lo que necesitamos.
Pero no es solo la comodidad, no es solo que necesitamos tejidos especiales que no nos causen lesiones por presión, piezas que integren y disimulen el foley y otros equipos asistidos, pocos pliegues en la entrepierna, nada de bolsillos en la parte trasera ¿para qué?, velcros en lugar de cremalleras, laterales abiertos, tenis sin cordones… La lista es larga más no suficiente.
Queremos estar cómodos, pero también bonitos, elegantes, exactos y también de vez en cuando, salirnos de la silla. De eso les hablaré en mi próximo blog.
Por hoy los dejo con este final:
Vestirme para mí siempre fue un evento feliz. Ahora vestirme, para mí… es un esfuerzo titánico. Pero no me rindo. ¡No te rindas tú!
Gretchelle Dilan, Ph.D., lives in Puerto Rico with a spinal cord injury. She is an industrial psychologist and a blogger for the Reeve Foundation’s Spanish Blog. Subscribe to our blogs in Spanish to learn about topics of interest such as employment, mental health, research, daily experiences, and more. Go to www.ChristopherReeve.org/Blog and click on the “Spanish” tag.