Qué bueno fue verme fuera de la silla
De verdad, qué difícil es vestirse pero que bueno fue verme fuera de la silla.
Que sea de velcro, que se puedan abrir por los laterales, que sean fáciles de lavar, que se acomode a un pañal o a un catéter urinario, que las chaquetas sean más cortas, que los trajes no sean tan largos que se enreden en las ruedas, que las camisas manga larga no sean tan largas que se ensucien con las ruedas, y de seguir, seguramente, cada uno de acuerdo con su experiencia puede seguir añadiendo a esta lista. ¿Pero, son en su mayoría a la “moda” o estéticamente no tan alterados para sentirnos como nos vestíamos antes?
En el blog anterior hablamos de algunas tiendas donde se puede conseguir ropa adaptada. Pero quiero añadir a la discusión la mala costumbre que tenemos de no estar bien posicionados en la silla de ruedas. Pies virados, piernas abiertas o de lado, espalda doblada, entre otros. Sé que tiene mucho que ver con el nivel de lesión y que con la posición el cuerpo hace lo que le da la gana. Soy T5 y ese nivel no me permite tener control de tronco, pero lo que hago es que me ayudo con espaldares que tengan piezas lumbares que me obliguen a tener la curvatura natural de la espalda media baja.
Trabajo mucho con estar bien posicionada, pero tengo que aceptar que tiene que ver con mi idea de la coquetería y de verme, según mi definición, linda. No me malinterpretes, no tengo ni baja autoestima ni pienso que nos vemos feos en silla de ruedas, pero creo que en la posición que esté, quiero veme lo mejor posible.
En esta boda a la que atendí, tenía un traje largo que por error no pensé en lo largo del mismo y su ejecución con las ruedas de la silla. Naturalmente por ser tan largo, en algún momento de la noche se enredó y se rompió con la suerte de que por ser tan largo podía tapar la parte rasgada. Por otro lado, usé una faja y fue muy buena elección, no porque puedan pensar que me podía ver más flaca sino por el soporte que brindó en la espalda, pues me obligaba a estar derecha. Claro está para los que el estar sentado y por el nivel de lesión nos crea un “belly” o un chichito en la barriga, pues quedó eliminado con la faja así que sirvió para dos soluciones.
Ahora, vamos a la parte de los zapatos, encontré unos tacos tan bellos que hice todos lo posible para conseguir un conjunto que combinara, pero ¿cómo podemos usar tacos y que a su vez las piernas no se abran? Recuerden que nuestras sillas están a la medida de zapatos planos así que la posición cambiará al ponerse tacos que suban las piernas. Pues le cuento que usé unas alitas que van en la silla de ruedas para sujetar las piernas y fue la solución completa. La respuesta para sentirme que la ropa iba a verse bien fue la preparación. Días antes me vestí completa y traté de prevenir todas las posibles situaciones. Fue un éxito y lo más que me gustó fue que me tomé fotos con amistades fuera de la silla. No quería que la silla fuera una extensión de mi ese día, así que sin pensarlo mucho me pasé a un mueble y tomamos la foto. ¿Qué aprendí? Pues que me encantó estar fuera de la silla y que la próxima vez que quiera salir en tacos me lleve unas sandalias pues como es de costumbre los pies se hinchan y con tacos esa situación se dificulta. La pasé super bien y tu ¿por qué no sales de tu silla y te disfrutas de un buen outfit y una buena foto?
Gretchelle Dilan, Ph.D., lives in Puerto Rico with a spinal cord injury. She is an industrial psychologist and a blogger for the Reeve Foundation’s Spanish Blog. Subscribe to our blogs in Spanish to learn about topics of interest such as employment, mental health, research, daily experiences, and more. Go to www.ChristopherReeve.org/Blog and click on the “Spanish” tag.