No sé si esto es una carta optimista o un ejercicio validando la tristeza. No sé ni si quiera como se le puede llamar a un día dedicado enteramente a recordar de cómo y cuándo te lesionaste la médula espinal. Algunos le dicen aniversario, otros lo llaman día de conmemoración, y he escuchado a otros decir que tienen un segundo cumpleaños. Hay quienes miran este día como siendo el peor de sus días y hay otros que han podido ponerle otros significados al giro que tomo su vida. En mi caso sigue siendo el peor día de mi vida. No veo cómo puedo darle otro giro al no poder caminar, no poder tener una vida de decisiones simples, sin completa autonomía, super costosa, llena de discriminación, con dolor crónico, problemas en las relaciones personales y profesionales; la lista puede ser interminable.
Creo que esta carta puede ir al tema relacionado al miedo. Todos los días hay gente lesionándose la médula espinal y todos los días hay gente sufriendo secuelas de esta afección médica. Recuerdo el día de haber recibido un disparo en la espalda, después del shock solo venía el sentimiento de miedo. Miedo a lo desconocido, miedo a lo que de verdad parecía ser una pesadilla real. No era miedo a la muerte, eso era fácil, era miedo a la vida, a tener que vivir “así”. Miro a aquella mujer treintona, la que juraba haber ya conquistado el mundo, con un doctorado, buen trabajo, en pareja, con amigos, con una casa lista para llenarla de hijos. Eran muy pocas cosas las que faltaban y si algo faltaba, ya el plan estaba para que estuviera en camino.
Ahora veo esta cuarentona, que la de 30 es la increíblemente le habla. ¿Recuerdas todos esos problemas económicos, recuerdas todo el dolor crónico, recuerdas todos los equipos que hubo que comprar sin el presupuesto? Fui yo la que te acompañé a caminar por ese trauma, fui yo la que sin ninguna experiencia te llevé a tus 40, luchando contra adiciones a medicamentos para el dolor, luchando contra el insomnio, luchando para conseguir trabajo, luchando para que controlar el sobrepeso, luchando contra la ansiedad y la depresión.
Así que a mi futura Gret, no hay nada que temer, esta de cuarenta te dice que todo va a estar bien que. Aunque a veces las cosas se van a la mierda, también crecen las fuerzas para controlar el dolor. Vive día a día, no hay necesidad de autocastigarse. Recuerda que la depresión es exceso de pensamiento del pasado y la ansiedad es exceso de pensamiento del futuro. La de 30 te llevo a los 40 y la de los 40 te llevará la próxima década sabiendo que no te dejará sola y que todo lo que necesitas lo tienes dentro. Vive día a día y agárrate del orgullo que debes sentir por lo bien que hasta hoy lo has hecho.
Gretchelle Dilan, Ph.D., lives in Puerto Rico with a spinal cord injury. She is an industrial psychologist and a blogger for the Reeve Foundation’s Spanish Blog. Subscribe to our blogs in Spanish to learn about topics of interest such as employment, mental health, research, daily experiences, and more. Go to www.ChristopherReeve.org/Blog and click on the “Spanish” tag.