Los sonidos eran terriblemente fuertes de parte de las maderas, zinc, arboles entre otros y todo eso mezclado con el viento, sonaban como si fueran instrumentos desafinados. La incertidumbre crecía minuto a minuto y el estrés postraumático que se sentía con todas sus características. Ya la experiencia con María podía hacernos recordar que el agua entraría por el techo, pero ahora el agua entraba por puertas, techo y ventanas y aunque era un huracán categoría 1 vs María que fue categoría 4, este parecía ser mucho más aterrador pues trajo muchas más lluvias.
Aunque Puerto Rico pasaba por un momento de ansiedad colectivo, cada cual tenía su propia preocupación y claro que nosotros que vivimos con una lesión medular teníamos mil cosas por las que debíamos preocuparnos mientras Fiona se acercaba a Puerto Rico. En mi caso, vivo sola, pero por lo de la emergencia, una amiga vino a pasar el huracán conmigo. En ese estrés de tratar de salvar vida y propiedad, salí a ayudar a mover algunas cosas que se habían caído por lo vientos, pues podían convertirse en proyectiles. En una de esas salidas, se me mojó la silla de ruedas mecánica, especialmente el control y se me dañaron algunas funciones. Ahora estoy pasando unos efectos secundarios de Fiona que otros puertorriqueños no están pasando. ¿Saben lo que es después de haber conseguido una silla de ruedas que te ofrece algún tipo de independencia, perderla por un desastre atmosférico? Después de haber peleado con el plan médico, después de haberla comprado usada por sus altos costos, ¿perder el instrumento que te permite sentir algo de normalidad? Pues sí, estoy pasando por esa situación. Ahora estoy sin sistema eléctrico y el sistema de agua va y viene. Agregamos que ahora tengo una situación con mi silla que no me permite ambular para trabajar o conseguir suministros.
Imagina que después de tener una lesión de la médula espinal, que de por si es muy traumática, pierdas las herramientas que te han ayudado a la independencia y no sabes cuándo volverás a tenerlas.
La verdad es que todo se trata de prevención. Quizás debí pedir más ayuda, más personas que se quedaran en casa para ayudarme, quizás simplemente no debí salir. Pero lo cierto es que esta situación nos debe poner a reflexionar sobre que necesitamos antes, durante y después de un huracán.
Aquí algunas preguntas:
Esta es solo una base de preguntas que pueden ayudarte a hacer tu plan de contingencia, recuerda crear un grupo de apoyo donde puedan dividir las actividades y ponte a disposición para otros, hay muchas cosas en las que podemos ayudar.
Listo.gov y FEMA ofrecen recursos para la preparación para la temporada de huracanes para las personas que viven con discapacidades.
Gretchelle Dilán, PhD vive en Puerto Rico con una lesión de la médula espinal. Ella es una psicóloga industrial y es la escritora de los blogs en español para la Fundación Reeve. Suscríbete a nuestros blogs en español para informarte sobre temas de interés como el empleo, la salud mental, la investigación, las experiencias diarias y más. Visite www.ChristopherReeve.org/Blog y haga clic en el tag “español”.