Carta del Dr. Marco Baptista, Director Científico de la Fundación Reeve
La Fundación de Christopher & Dana Reeve fue fundada en 1982 por familias decididas a encontrar una cura para la parálisis. En ese momento, no solo fue un acto de esperanza, sino un desafío: la idea de que las lesiones pudieran ser tratadas era inconcebible.
Durante las cuatro décadas siguientes, la inversión de más de $140 millones de la Fundación Reeve en la investigación de lesiones de la médula espinal le dio un nuevo impulso al campo y redefinió qué se consideraba posible. En la actualidad, laboratorios de todo el mundo están trabajando con diversos tratamientos para restablecer las funciones y mejorar la salud de personas que viven con parálisis.
Un vistazo a las investigaciones innovadoras que están en curso da una idea de los tratamientos transformadores que vendrán — y del papel que la Fundación Reeve desempeñará para acelerar el progreso. En un estudio reciente, neurocientíficos de la École Polytechnique Fédérale de Lausanne desarrollaron con éxito un puente digital entre el cerebro y la médula espinal que permitió que un hombre que vivía con parálisis caminara por primera vez en más de una década. La terapia que potencialmente llevaría a un cambio de estrategia involucró tecnología de estimulación de la médula espinal creada por ONWARD, una compañía con base en los Países Bajos financiada en parte por la Fundación Reeve.