La mayoría de las personas piensa que el accidente cerebrovascular es una preocupación que atañe a los adultos mayores. El accidente cerebrovascular (ACV) puede producirse a cualquier edad, incluso antes del nacimiento y hasta en adolescentes y adultos jóvenes. Puede producirse en el cerebro, la médula espinal, o en ambos. El accidente cerebrovascular en los niños genera retos únicos, en especial en la respuesta social a una situación desconocida para muchas personas.
En el cerebro, la ubicación del accidente cerebrovascular afectará la función corporal. Habitualmente, afecta la función en un lado del cuerpo, pero también puede afectar el habla, el pensamiento, la lectura y la vista. En la médula espinal, el movimiento y la sensación pueden verse afectados por debajo y por encima de la ubicación del accidente cerebrovascular. Pueden presentarse síndromes de accidente cerebrovascular cuando es posible que la función se ha perdido en los brazos pero no en las piernas, o en la sensación en un lado del cuerpo pero con pérdida de función en el otro lado. Un accidente cerebrovascular en el cerebro o en la médula espinal puede afectar la coordinación.
La causa del accidente cerebrovascular en los niños se debe a problemas de flujo sanguíneo. Esto incluye isquemia (flujo sanguíneo demasiado escaso) como por el bloqueo de una arteria o la ruptura de una arteria con hemorragia (sangrado), lo que aplica presión sobre tejido nervioso delicado circundante.
Algunos problemas de salud que pueden dar lugar a un accidente cerebrovascular en el cerebro o la médula espinal son los siguientes:
- Problemas estructurales o de función del corazón
- Enfermedad falciforme y otros trastornos de coagulación o metabólicos
- Aneurismas o malformaciones arteriovenosas (MAV) (conexiones indebidas entre las arterias y las venas)
- Infecciones importantes como meningitis o encefalitis
- Lesiones en la cabeza o la médula por problemas médicos, accidentes (caídas, deportes, automovilísticos), o abuso
- Deshidratación
- Dolor de cabeza migrañoso
- Síndrome inflamatorio multisistémico (inflamación de órganos del cuerpo)
- Falta de oxígeno en el parto o debido a una enfermedad o lesión
Los síntomas de accidente cerebrovascular en niños pequeños pueden incluir convulsiones, adormecimiento, cambio del estado mental, tendencia a usar un solo lado del cuerpo o falta de movimiento en la parte inferior del cuerpo. En niños más grandes, los síntomas se asemejan más a los de los adultos. Algunos niños pueden tener un solo accidente cerebrovascular, pero otros pueden tener varios, según sus problemas de atención médica. El control de la causa del primer accidente cerebrovascular a través de una intervención quirúrgica o el tratamiento médico de problemas de salud ayuda a prevenir un segundo accidente cerebrovascular.
El tratamiento de un accidente cerebrovascular se basa en los problemas específicos del niño. Las primeras medidas que deben tomarse son para estabilizar al niño. Esto incluye garantizar que tenga oxígeno y que el sistema circulatorio esté en funcionamiento. El tratamiento para un accidente cerebrovascular isquémico incluye disolver el coágulo para que la sangre pueda fluir a lo largo de todo el cuerpo. Una hemorragia puede tratarse quirúrgicamente para detener el flujo de la sangre fuera de su ruta normal. Es posible que si se trata de una MAV sea necesario reducirla quirúrgica o médicamente. Se deben proporcionar hidratación del cuerpo, antibióticos para infecciones y control de problemas médicos.