Violencia armada y cómo vivir con una lesión de médula espinal

Vivir con una lesión de médula espinal debido a una violencia armada es un problema que afecta a muchas comunidades urbanas en los Estados Unidos. Las lesiones causadas por violencia armada han aumentado constantemente a lo largo de los años. Este tema es muy importante para mí porque hace 18 años sufrí una lesión en la médula espinal debido a la violencia armada. Por esta razón, conozco por experiencia propia todos los desafíos que nos esperan, tanto físicos como emocionales. Con frecuencia, escuchamos hablar de los tiroteos, pero nunca hablamos de lo que les ocurre a las víctimas que sufren estas lesiones traumáticas debido a la violencia armada ya que, para muchas personas como yo, nuestras vidas cambian para siempre.

Ser herido a los 17 años a consecuencia de la violencia armada fue muy difícil para mí. Recuerdo que me encontraba en la cama del hospital pensando que mi vida había terminado; que te digan que es posible que no vuelvas a caminar puede ser muy desmoralizador. De hecho, muchas personas pueden caer en una profunda depresión después de conocer sus nuevas capacidades. Una de las principales habilidades en las que tuve que trabajar fue mi confianza para poder mostrarme vulnerable y hablar sobre cómo es realmente vivir con una lesión en la médula espinal. La mayoría de las personas creen que vivir con parálisis solo consiste en no poder caminar. Sin embargo, hay muchas afecciones secundarias que se desarrollan debido a esta lesión y que son difíciles de tratar. Las infecciones urinarias y los problemas intestinales también son consecuencia directa de una lesión de la médula espinal. Estos son solo dos de los muchos problemas que conlleva vivir con una lesión medular y, en mi opinión, son peores que no poder caminar.

Me dedico a crear conciencia sobre la violencia armada; lo hago yendo a escuelas/centros comunitarios y hablando con personas de comunidades con altas tasas de delincuencia. Creo que la única manera de generar conciencia es haciendo que las personas vean por sí mismas lo que las armas hacen a los demás. Desde que sufrí mi lesión, me he comprometido a generar conciencia sobre cómo el disparo de un arma de fuego no solo afecta a la víctima sino también a sus familias. Para muchas personas, después de sufrir una lesión en la médula espinal, su familia o su entorno de apoyo tienen que hacerse cargo de muchas cosas como pagar las facturas en su nombre hasta ayudarles a tomar su primer baño, son muchas las cuestiones ante las cuales las personas no siempre suelen estar preparadas para hacerlo de forma tan repentina.