En enero de 2020, Alex Azar, secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) de EE. UU., aprobó la primera declaración de Emergencia de Salud Pública (PHE, por sus siglas en inglés). La PHE estaba prevista para expirar 90 días después de ser declarada. Sin embargo, desde la primera declaración, el secretario del HHS o su secretario por ley ha extendido la PHE cada 90 días. Como resultado, la PHE está establecida para expirar el 13 de octubre de 2022, a menos que el presidente Biden apruebe otra extensión.
Una amenaza a la salud pública se convierte en una emergencia porque representa una amenaza significativa. Esos brotes se consideran brotes trascendentales de enfermedad infecciosa (o bioterrorismo). La PHE dura mientras dure la Emergencia de salud pública o 90 días después de que se declare. El Congreso debe ser informado en el plazo de 48 horas sobre la declaración y el Departamento de Seguridad Nacional, la Oficina Federal de Investigación y el Departamento de Justicia deben ser actualizados.
Aunque hay varias leyes que el secretario o el secretario por ley del HHS puede tomar durante una PHE, algunas de esas leyes incluyen:
El secretario del HHS también puede garantizar que ciertos servicios y artículos de atención de la salud estén disponibles para cubrir las necesidades de las personas durante una declaración de PHE bajo la Ley de Seguro Social (SSA, por sus siglas en inglés).
Ley Familias Primero de Respuesta al Coronavirus
El expresidente Trump promulgó la Ley Familias Primero de Respuesta al Coronavirus en marzo de 2020. La Ley describía las condiciones para que los estados recibieran fondos adicionales para Medicaid financiados a nivel federal. Una cláusula de la Ley decía que los estados no podrían negar servicios de Medicaid a las personas inscritas en el programa Medicaid el 18 de marzo de 2020 o después. Las excepciones son si una persona se muda fuera del estado, si muere o si pide ser retirada de Medicaid. La inscripción permanente de las personas está garantizada hasta que finalice la PHE por COVID-19 del gobierno federal. El presidente Biden ha continuado renovando la PHE. La Administración del presidente ha dicho que les proporcionará a los estados aviso con un mínimo de 60 días de anticipación si la Administración no renueva la PHE.
Efectos sociales de la declaración de Emergencia de salud pública
El inicio de la respuesta de salud pública al COVID-19 destacó las desigualdades en el acceso a la atención de la salud. La PHE generó consciencia sobre los problemas que existen en el acceso a atención de la salud de calidad para los miembros de poblaciones desfavorecidas. Antes de la declaración de PHE por el COVID-19, las poblaciones desfavorecidas como las personas que viven con discapacidades no estaban recibiendo la atención necesaria o tenían obstáculos para acceder a ella.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) publicaron un estudio que examina el riesgo de los miembros de la comunidad con discapacidades que contraen COVID-19. Los CDC advirtieron que las personas con discapacidades, en especial aquellas con movilidad limitada, por ejemplo con una lesión de la médula espinal (LME), corren mayor riesgo debido a problemas de salud subyacentes, el ambiente donde viven o desigualdades socioeconómicas o de salud.
La implementación de la PHE realmente ayudó a los trabajadores de la salud a prestar mejor servicio a las personas de poblaciones desfavorecidas. La forma en que los estadounidenses recibieron servicios de atención de la salud durante la pandemia de COVID-19 mejoró el acceso a servicios de atención de la salud necesarios debido a la PHE. Con la PHE en efecto, las personas de comunidades desfavorecidas recibieron mayor acceso a servicios médicos y otros servicios de atención de la salud.
COVID-19, declaración de Emergencia de salud pública y lesiones de la médula espinal
A pesar de las protecciones y del mayor acceso a servicios de atención de la salud provistos a través de la PHE, hubo algunas excepciones. Por ejemplo, los investigadores investigaron el impacto del COVID-19 sobre las personas con una lesión de la médula espinal. Los investigadores encontraron que los participantes en su estudio informaban discriminación médica, racionamiento y preocupaciones por suministros. Además, expresaban preocupaciones por el impacto de la pandemia en los servicios de atención y en su salud general y mental.
El estudio concluyó que las personas con una LME encontraban que la pandemia de COVID-19 afectaba adversamente su salud mental y aumentaba las preocupaciones respecto del aislamiento social y el acceso a los suministros médicos.
Otro estudio determinó que las personas con una LME corrían mayor riesgo de tener problemas de salud mental si carecían de seguridad económica, tenían inseguridad alimentaria o no podían acceder a servicios de asistencia personal.
Aunque la PHE realmente funcionó para reducir la brecha entre los servicios y la equidad en la atención de la salud en las comunidades desfavorecidas, sigue habiendo áreas que deben abordarse. Los proveedores de servicios, las organizaciones y los sistemas de apoyo pueden acceder a más información que les ayude a entender y cubrir las necesidades de los miembros de la comunidad con LME en el sitio web de la Fundación de Christopher & Dana Reeve.
Qué sucede si la Ley de Emergencia de Salud Pública no se renueva
Las personas inscritas en Medicaid, CHIP, o Medicare enfrentarán cambios si la PHE no se extiende después del 13 de octubre de 2022. El aumento de las subvenciones de contrapartida federales que los estados reciben si permiten que los individuos calificados conserven su Medicaid durante el COVID-19 finalizará si la PHE no se extiende.
La expiración de la PHE implica que los estados dejarán de recibir financiamiento mejorado del gobierno federal y se harán cargo de las renovaciones para la elegibilidad para Medicaid. Hay aproximadamente 80 millones de personas inscritas en programas de Medicaid en todo Estados Unidos. La pérdida de la PHE coloca a aproximadamente 14,4 millones de personas en riesgo de perder su elegibilidad para Medicaid o para CHIP.
Las personas que pierden su elegibilidad para Medicaid o para CHIP pueden tener una brecha de cobertura mientras buscan un plan de seguro médico diferente y se inscriben en él. Es posible que existan brechas de cobertura en los siguientes casos:
El índice de inscripción en Medicaid posterior a la PHE hasta el resto de 2022 y el índice de inscripción en los estados sigue siendo incierto.
Estipulación de 60 días
El Departamento de Salud y Servicios Humanos tiene el compromiso de proporcionar un aviso con 60 días de antelación a los estados si decide dar por terminada la PHE o dejar que expire. Eso significaría que el HHS les notificaría a los estados en agosto de 2022. Sin embargo, el HHS ha permanecido en silencio y no ha informado a grupos como la Asociación de Funcionarios de Salud Estatales y Territoriales, la Federación de Hospitales Estadounidenses o la Asociación de Salud Pública Estadounidense que finalicen la PHE. Por lo tanto, Larry Levitt, vicepresidente ejecutivo de la Fundación de la Familia Kaiser, cree que el silencio de la Administración significa que la PHE podría extenderse hasta enero de 2023.