El viernes 13 de marzo, mis dos hijos adolescentes me dijeron en una voz consternada: "Mamá, la escuela cerrará por dos semanas ¡incluyendo todos los deportes y eventos de escuela!" El brote del coronavirus de 2020 (COVID-19) ya está en el sur de California. Esto puede sonar familiar; dentro de las 24 horas nos enteramos de que todos los deportes profesionales fueron cancelados o aplazados. Después nos informaron que las reuniones de más de 250 personas estaban prohibidas. Las grandes empresas comenzaron a cerrar y mandaron a sus empleados a trabajar en casa si es posible. Las dos semanas del cierre de las escuelas se convirtió en seis. Ahora no hay reuniones de cualquier tamaño y muchos más trabajos han cerrado. Los cines, teatros, parques y restaurantes están cerrados hasta nuevo aviso, dejando solamente a los supermercados, bodegas, bancos y hospitales abiertos. El público se volvió loco abasteciéndose de alimentos y otras necesidades. Las líneas largas parecidas a aquellas de ventas de remate se forman con personas listas para entrar en las tiendas tan pronto como abran, lo necesario para conseguir pollo y papel higiénico.
Nosotros ya estamos en más de una semana con la orden de "quedarse en casa". El clima ha estado nublado y lloviendo a tiempos, así que quedarse en casa no ha sido difícil. Comencé algunos proyectos del hogar, organizando y ordenando cosas que estaban en mi lista de quehaceres por mucho tiempo. Quedarme con el pijama todo el día me hace sentir perezosa. Ahora me estoy vistiendo (al menos casi todos los días). Para mis hijos adolescentes ha sido una transición hacer toda la tarea en casa, la mayoría por el internet.
Zack, mi hijo adulto con una cuadriplejía a nivel C4, vive cerca en un apartamento con su prometida, Bree. Él está haciendo su maestría y su colegio cerró hasta el semestre de otoño. Zack prefiere estar en un aula. Él aprende mejor de esa manera y disfruta de la interacción social. Bree ha retomado algunas artesanías creativas, ya que su trabajo en Disneylandia cerró. Zack, por otro lado, recientemente ha amenazado en comenzar un rompecabezas. No tenemos nada contra los rompecabezas, solamente que Zack no ha jugado con uno en sus 25 años. Hacer un rompecabezas con cuadriplejía puede ser muy interesante. Para todas las personas con cuadriplejía, por favor tengan mucho cuidado.
Una de las mejores cosas de esta última semana ha sido caminar por el barrio con el perro de servicio de mi hijo, Sedona. Lo hacemos todos los días, pero ahora es un placer deseado en vez de un deber. Nosotros, por su puesto, practicamos el distanciamiento social, los dos metros de distancia entre personas y respirar aire puro, además de poner muy feliz al perro.
Cerraré con esto, incluso a pesar de todo lo que está pasando actualmente en nuestro, el no saber, el miedo, la tristeza y la pérdida, todavía veo cosas positivas en el otro lado. Las personas que se apoyando mutuamente y muestran bondad. Parece que cuando la tragedia y los tiempos difíciles vienen, se puede observar lo mejor y lo peor de las personas. Un amigo mío que vive en una pequeña ciudad de Nueva Jersey me dice que sus vecinos están poniendo arco iris para que los niños se sientan conectados mientras están en casa. En mi ciudad he visto varios casos de peluches en las ventanas con mensajes diciendo, “estamos aquí, estamos bien y esperamos que tú también".