Soy una persona que desde pequeña he sufrido de ansiedad, el nombre clínico es, ansiedad generalizada. Mi esposo siempre lo supo, y siempre me ha apoyado, cuando éramos amigos, luego novios y hoy de casados. Él me ha mostrado una lealtad única, pues no es fácil entender mi afección. Mi esposo es directo en sus palabras y tiende a no romantizar la salud mental. Esto quiere decir que va al punto y sin rodeos conmigo, sé que sus palabras vienen de un buen lugar en su corazón. Cuando se me han presentado crisis, él siempre me tranquiliza y me regresa a la realidad. El simple hecho de su presencia y paciencia cuando estoy pasando por ello me hace sentir segura.
Tras el accidente de mi esposo, mi ansiedad se elevó más, y creo que es lógico, a cualquier persona después de casi perder a un ser amado tras un accidente el cual nos cambió la vida, afecta la salud mental, ya que es un trauma que se tiene que procesar. Afortunadamente tuve la posibilidad de recibir terapia psicológica desde el comienzo y ayudó mucho a la transición a nuestra nueva vida. Mi ansiedad sigue ahí, pero es más manejable. Por ello, siempre hago un énfasis en recordarte, a ti, que lees este blog, de buscar ayuda psicológica si estás pasando por alguna crisis, depresión o trauma. Un profesional se encarga de guiarnos en lo que no entendemos y son personas que saben cómo tratar nuestra situación.
Mi esposo y el cuidado hacia mí, en mi opinión. Él también pasó y pasa por momentos difíciles en su salud mental, no es fácil vivir con una lesión medular y tampoco con dolor neuropático crónico todos los días. Ambos estamos luchando nuestras propias batallas, sin dejar de cuidarnos el uno al otro. Él, como yo, también tiene su terapia con profesionales que le han guiado y ayudado. Aun, con todo ello, él me cuida, me apoya y su acompañamiento me llena de fuerza.
Estoy agradecida que hoy en día se está normalizando que busquemos ayuda psicológica, aún más en el mundo de la lesión medular espinal tanto para los lesionados, sus parejas, y familia. El tabú de la salud mental, en mi opinión, se está desvaneciendo. Sigamos normalizando que está bien, y que es parte de la recuperación después de un cambio traumático, el ir al psicólogo. En mi caso, la combinación de las dos cosas, mi ansiedad generalizada y el trauma del accidente de mi esposo es un trabajo continuo, pero siempre con seguridad que soy comprendida y recibo la ayuda que necesito.
Por último, quiero hacer otro énfasis en darle reconocimiento a nuestros seres queridos que también, aun pasando por todo lo que pasan con su lesión medular, también están cuidando de nosotros. Su cuidado como el nuestro, viene del corazón y de querer vernos bien.
Tanya Galaviz es la esposa de Hobal, quien vive con una lesión de la médula espinal a nivel de T6 y es su cuidadora principal. Ella reside en California y es la fundadora de un grupo de apoyo para cuidadores latino